viernes, 28 de diciembre de 2007

Hubo un tiempo que llovió varios días y varias noches sin parar

Cuentan los más viejitos que hace mucho pero muchísimo tiempo se produjo una gran lluvia que duró varios días y varias noches y todo se inundó. Eso sucedió en el tiempo cuando las personas tenían aún forma de animales.

Durante aquél diluvio solo se salvaron algunas parejas de estos primeros seres porque se subieron en lo más alto de una gran montaña que el agua no logró cubrir.

Después de varios días de copiosa lluvia un pájaro carpintero le dijo al resto de los que permanecían en lo alto de esa montaña:

- Yo podría volar para ver lo grande de esta inundación.

Al decir ésto levantó vuelo y pudo descubrir lo extenso de la inundación, al regresar contó lo que había visto en su recorrido:

- El agua lo cubre todo, pero hay otra cosa, la inundación está rodeada por un gran muro de barro.

Faltaba ahora saber la profundidad que tenía; entonces el caimán le dijo a todos:

- Me zambulliré para conocer la profundidad del agua.

Así lo hizo y después de un largo rato no se supo nada sobre el caimán. Entonces se lanzó un jabalí, luego la danta y más adelante se fueron lanzando los otros animales, todos se ahogaron porque era muy profundo.

Pasado el tiempo, el cangrejo caminaba de un lado a otro, miraba el agua y pensaba rascándose con sus inmensas tenazas al tiempo que decía:

- No podemos estar tanto tiempo así tirados en el suelo de esta montaña, tenemos que hacer algo, como yo se nadar voy a lanzarme al agua para ver que se puede hacer.

Pasó el primer día y el cangrejo no salió, el segundo día tampoco dio señales de vida, así estuvo hasta que al cuarto día subió a la superficie del agua, pero no venía sólo... el caimán que todo este tiempo estuvo debajo emergió con el cangrejo.

El caimán se dirigió a todos los presentes que estaban desanimados con tanta agua rodeando al mundo:

- Ahora yo soy un curandero, soy un tuano y puedo zambullirme en lo más profundo y no corro peligro de ahogarme.

Se dirigió a la tortuga y al armadillo diciéndoles:

- Vamos a nadar hasta el muro de arena, yo me zambulliré con la tortuga para cavar ese muro desde abajo, mientras tú armadillo irás derrumbándolo desde arriba.

- Así lo haremos, le respondieron la tortuga y el armadillo al caimán.

Después de un rato de estar trabajando, la pared se rompió y toda el agua pasó a través de ella.

Una cantidad enorme de barro quedó en las espaldas del caimán, de la tortuga y del armadillo y al salir el sol lo secó y quedaron para siempre en sus espaldas. Es por eso que a los tres animales que vivieron ese diluvio y aún viven, les podemos ver un duro armazón que los protege porque les quedó desde el día que derrumbaron el muro de barro.

Así cuentan los ancianos yukpa de la Sierra de Perijá.


Los Yukpa viven actualmente en la Sierra de Perijá, al occidente de Venezuela y con el paso de los años, los yukpa han sido despojados de su territorio, primero por los conquistadores, con quienes guerrearon a principios de este siglo pasado, los ganaderos comenzaron a incursiones en el área, arrebatándoles sus tierras, tiempo después llegaron las compañías petroleras y se produjeron también enfrentamientos violentos, muchos yukpa murieron en estas incursiones.

Actualmente los yukpa se encuentran acorralados en pequeños territorios de la Sierra de Perijá y luchan por retomar sus ancestrales tierras. Muchos yukpa se han trasladado a la ciudad de Maracaibo, aspirando una mejor vida, ya que en la Sierra no tienen tierras ni nada que sembrar, pero al llegar a la ciudad se encuentran con otra realidad y se han visto obligados a dedicarse al comercio de artesanía y a la mendicidad.

Versión de varios cuentos y mitos recopilados por Alexander Hernández, Sierra de Perijá. Los cuentos aquí presentes pertenecen al patrimonio oral del pueblo Yukpa.

1 comentario:

Unknown dijo...

Quiero felicitar a Alexander por esta iniciativa de dar a conocer al mundo parte de las tradiciones orales de estas etnias, pueblos que por injustas razones históricas han sido relegados a un pedazo ínfimo de una extension mucho mayor que por derecho propio les pertenece. Este 1er cuento es solo una pequeña muestra de la riqueza cultural que espera ser difundida masivamente. Ojalá que en la medida que conozcamos estos patrimonios orales seamos más conscientes de la responsabilidad que tenemos en la preservacion de este invaluable tesoro cultural y de paso participemos mas activamente en el mejoramiento de las condiciones de vida de estos pueblos indígenas.